¿Qué es y qué tan vigente sigue siendo el value investing?
La inversión en valor (o value investing) es una estrategia de compra de activos cuyo precio sea menor a su valor fundamental. Lo anterior se hace partiendo de la premisa de que el mercado es irracional y que las noticias de corto plazo pueden afectar su percepción de valor.
Así, se crea una brecha que puede representar una oportunidad de compra para el inversionista de largo plazo, dado que los precios tienden a regresar a su valor real con el tiempo.
El value investing es una estrategia que implica comprar y mantener los títulos en horizontes por periodos largos. Ben Graham sugería pensar en términos de 10 años a la hora de invertir en acciones. Así, son pocas las personas que sean verdaderos ejemplos de este tipo de estrategia. Las razones son varias: vivimos en un mundo que nos invita a la inmediatez y, por otro lado, estamos programados para pensar en términos de quincenas o meses, no de años.
La volatilidad siempre ha existido y seguirá existiendo, sobre todo al vivir en un mundo hiperconectado en tiempo real. Sin embargo, ahora, cuando el gran inversionista Warren Buffett lleva en el año un retroceso de 17% en su fondo de inversión Berkshire Hathaway BRK-A, y que se ha rezagado en los últimos años con respecto a los índices S&P500 y Nasdaq, algunos inversionistas más jóvenes comentan que ha perdido su toque y la falta de conocimiento en nuevas tecnologías ha originado estos resultados.
Warren ha mencionado que si no entiende un negocio, no lo compra. Dado que la tecnología implica conocimientos específicos y algunos negocios de la nueva generación no lucen atractivos en su arranque, es entendible que no sean del estilo del inversionista experimentado de Omaha, ya que prefiere los negocios simples: venta de gomas de mascar, por ejemplo.
Aunque todo esto es discutible, lo cierto es que el value investing seguirá siendo una estrategia válida en ciertos contextos, pues implica, primero, analizar la empresa, sus razones financieras, su producto, su gerencia y lo que genera valor dentro de ella, para después identificar el mejor precio de entrada y ser disciplinados para mantener sus acciones en el tiempo.
Por más que los tiempos cambien, los buenos principios de inversión son permanentes.