Bitcoin: entre el COVID y el halving
Aun con sus movimientos erráticos, el bitcoin ha resurgido no solo con cierta tendencia alcista en el mercado de las últimas semanas, sino también en el interés que despierta en términos generales.
Google Trends es una herramienta que permite tomar el pulso de los intereses de la gente a partir de las búsquedas que hace en la plataforma. A partir de marzo de este año se aprecia un aumento sustancial en el volumen del término “bitcoin” tanto en México como en todo el mundo.
Lo anterior es síntoma de que el interés por este activo se ha despertado de nuevo, pero ¿cuáles son las razones detrás de este resurgimiento?
Este año han coincidido dos grandes eventos que impactan en el precio de este activo digital: la crisis económica tras la pandemia del COVID-19 y el llamado halving.
Como bien sabemos, la crisis sanitaria ha desatado una cadena de efectos que ha terminado en la creación de grandes estímulos por parte de los gobiernos y los bancos centrales, lo que significa, en otras palabras, que estos imprimirán más moneda y contraerán más deuda para evitar que la economía sufra más estragos.
Este escenario pudiera provocar una inflación al devaluar las monedas nacionales, pues entre mayor sea su circulación, menor tiende a ser su valor.
Por el contrario, la propuesta de valor de bitcoin es que se plantea como un activo con una cantidad fija en circulación: el algoritmo está diseñado para que solo existan 21 millones de monedas a lo largo de toda su historia.
Esto nos lleva al segundo tema: el halving. El sistema de bitcoin opera con una dinámica de cómputo llamada minería, en la que distintos nodos alrededor del mundo mantienen la red de bitcoin y procesan sus transacciones a cambio de obtener una recompensa en esta moneda.
Así, el halving es una función codificada en el algoritmo de bitcoin que recorta a la mitad la recompensa a los mineros cada cierto tiempo. El pasado se dio en julio del 2016, cuando la cantidad de bitcoins ganados por cada bloque de transacciones procesado pasó a ser de 25 a 12.5; el 11 de mayo del 2020 el halving implicó una nueva transición: de 12.5 a 6.25.
En otras palabras: de los 21 millones que se imprimirán el total, la mayoría ya fue creado y el ritmo de creación de nuevas monedas será cada vez menor.
Lo anterior aporta otro elemento deflacionario al bitcoin que contrasta con las divisas nacionales alrededor del mundo, pues estas, como dijimos al principio, hacen todo lo contrario al no tener un tope y al poner en circulación una mayor cantidad de monedas a un ritmo más acelerado
Ante estos escenarios, se especula que el bitcoin pueda ser “el nuevo oro” en formato digital, al grado de que inversionistas reconocidos como Paul Tudor Jones lo han adoptado como medida de mitigación de riesgos contra la inflación.
Estas últimas semanas se ha visto una tendencia alcista del bitcoin, pero tampoco se ha distanciado tanto del comportamiento de índices bursátiles como el S&P500.
¿Se convertirá bitcoin en un verdadero activo de refugio que tenga tendencias distintas al mercado accionario? Esa curiosidad es parte de las razones que explican su creciente popularidad y por la que muchos ojos lo vigilan ahora.